Hola, me llamo Félix, y siempre llego tarde a todos lados. No solo a las citas (románticas o legales), también a ciertas cosas importantes de la vida como Game of Thrones, a mi graduación o a la movida musical venezolana. De ahí el nombre de esta nueva sección: Crónicas Neófitas. Un espacio donde, entre otras cosas, descubriré la música que tanto nos une.
Regreso a este mundo lleno de música en la época más oscura de nuestra historia. Una donde nuestra libertad está cada día más cercenada por gente que, al parecer, rasparon la parte de “convivencia” en preescolar. Y debo decir que es en este momento donde la música es más necesaria. Es parte de alzar la voz y rebelarse, y mucho de ese espíritu lo tenía este evento.
El evento. Donde música y humor se unieron.
MúsicaDARTE nació ante la necesidad de hacer algo. De alzar la voz y apoyar a aquellos que mantienen viva la esperanza en medio del caos. Un montón de panas buscando hacer algo y apoyar a otros panas que están haciendo algo, en este caso a Unos Venezolanos.
Tuvo algo de romántico el evento: un montón de rebeldes reunidos en un lugar underground (todo lo underground que puede ser el Teatro Bar) compartiendo su talento y dando un mensaje de aliento, de lucha, de unión a través del arte y la música.
Poder ver en una misma tarima, en un espacio pequeño pero lleno de buena vibra, a tantos estilos diferentes fue revitalizante. Reírse un rato de la vida con Oscar Martínez, las sentidas notas de Salomón Ackerman y Tomás Vivas recordándonos que a veces la mejor arma de protesta es un instrumento. (Si vieron la imagen de un loco con un cuatro y la cara tapada en la mitad de la Fajardo, soy yo).
De ahí, Jhoabeat levantó a la gente de sus asientos, recordándonos que la Venezuela que queremos “es la Venezuela alegre, la que rumbea”. Para ironía de todos, nos puso a tripear al ritmo de lacrimógenas (porque un cartucho y unos perdigones también pueden ser unas maracas).
Resistencia cultural
Y no solo fueron músicos. En un momento estuvieron los chicos de El Bus TV llevando información con un marco y una hoja de papel. En otro, un par de reporteros compartían su experiencia durante los más de 100 días de protesta. Eran dos rostros de la misma necesidad: informar.
La Pequeña Revancha, Luis Irán, Onechot y La Pagana Trinidad le pusieron el toque final a la reunión y fue imposible irse sin bailar (en especial con la “terapia pélvica” de La Pagana Trinidad), sin reír y sin sentirse conmovido por las sentidas palabras de la verdadera estrella de la noche: el poeta de Chacao. Un hombre que es la viva prueba que en este país hay talento en cada rincón y lo que sobran son ganas.
Lo decía La Pequeña Revancha: “es muy loco estar tocando aquí a unos días del Apocalipsis”. Pero al final del toque, el mensaje fue seguir resistiendo como familia, o como lo resume Félix Allueva: “Hay que seguir echándole bolas, no hay de otra”.
Terminé caminando tarde como siempre, por un Chacaíto a oscuras. Sombra de lo que alguna vez fue Caracas, pero tripeando que aun queda música en esta ciudad. Así que, de este toque aprendí: hay que dejarse llevar, puedes terminar bailando un poco prendido o en el mejor de los casos, salir con esperanza para afrontar “el Apocalipsis”. Ahí vamos. Disfruten de las hermosas fotografías de la grandiosa Jenifer Cusumano.
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